Corpus Christi, que significa “Cuerpo de Cristo” en latín, es una festividad católica que celebra la Eucaristía, y su origen se remonta al siglo XIII.
La fiesta fue instituida por el Papa Urbano IV en 1264 en respuesta a debates teológicos sobre la presencia real de Cristo en la Eucaristía y también por las visiones de Santa Juliana de Mont Cornillon, que promovía una festividad dedicada específicamente al Santísimo Sacramento.
La primera celebración de Corpus Christi se llevó a cabo en Orvieto, Italia, donde el Papa Urbano IV residía en ese momento. La festividad se enriqueció con el tiempo gracias a las composiciones litúrgicas de Santo Tomás de Aquino, quien escribió himnos y secuencias que aún se utilizan hoy en día durante la misa y procesiones de esta festividad.
Corpus Christi se celebra el jueves siguiente al Domingo de la Santísima Trinidad, que es el primer jueves después de Pentecostés.
En muchos países, este día es un feriado en el que se realizan procesiones en las que el Santísimo Sacramento es llevado en un ostensorio, mostrando así la veneración hacia la presencia real de Cristo en la Eucaristía. A través de los siglos, la celebración ha incluido una rica tradición de arte, música y poesía en la liturgia de la Iglesia, reflejando la profunda adoración y el respeto hacia el sacramento eucarístico.