REGIDORES DE VERÓN PUNTA CANA
REGIDORES DE VERÓN PUNTA CANA

Por una Gestión Municipal Es preocupante, incluso alarmante, ver cómo algunos de nuestros regidores recién electos, embriagados por la emoción y deslumbrados por el poder, no se enfocan en estudiar a fondo la ley municipal para desempeñar sus funciones con objetividad y juicio claro. Confunden la misión de fiscalizar con el concepto de auditar, lo cual denota una falta de comprensión fundamental de sus roles.

Si la sensatez y la prudencia pudieran adquirirse en alguna farmacia local, recomendaría una jornada de salud mental en la sala capitular de nuestro ayuntamiento. Es triste ver que algunos regidores, quienes han sido elegidos para servir y representar a la comunidad, parecen carecer de un reconocimiento social adecuado y se comportan como si hubieran sido elevados a deidades.

La Importancia de Conocer la Ley por una Gestión Municipal

Según la Ley 176-07, las funciones de un regidor o vocal son claras: fiscalizar las acciones del alcalde, estudiar las propuestas y votar en consecuencia. Los regidores deben aprobar o desaprobar lo que consideren factible para el bienestar de la ciudad. Un regidor productivo debería proponer programas, proyectos e ideas que beneficien a nuestra comunidad.

Sin embargo, nos encontramos ante una comedia triste en la que algunos regidores actúan como el “señor Barriga” cobrando rentas imaginarias, o como fantasmas recorriendo los pasillos del ayuntamiento en busca de rayones en las paredes, supervisando departamentos que no les competen y llamando la atención con alborotos innecesarios.

Un Llamado a la Sensatez

Este artículo, más que una crítica, es un llamado a la sensatez y al enfoque. Los regidores tienen una función importante como fiscalizadores, y es vital que se aboquen a representar dignamente a nuestra ciudad, repleta de profesionales, inversionistas y un renombre que no puede ser llevado por personas que no están a la altura.

Es imperativo que nuestros representantes se eleven por encima de ser meros supervisores de asuntos domésticos triviales y se concentren en cuestiones que realmente importan para el desarrollo y bienestar de Punta Cana.

Esperamos que, en adelante, nuestros regidores se enfoquen en su verdadero rol y dejen de lado las políticas de patio, representando con dignidad el nivel que nuestra ciudad merece. La historia de nuestra gestión municipal debe continuar con un enfoque renovado en el conocimiento, la prudencia y el verdadero servicio a la comunidad.